domingo, 15 de febrero de 2015

Poder, miedo y dominación como pan de cada día

Para un contexto más amplio sobre este análisis véase Cap.3 en El poder retórico del miedo

Cada detalle está cargado de significado en Dogville (2003), obra del guionista y director cinematográfico danés Lars von Trier, (Copenhague, 1956). Desde el principio, este film sorprende por la particularidad del escenario donde se desarrolla toda la historia, quedando desvinculada de una fijación en el tiempo y el espacio. Dogville es el pueblo ficticio cuyos habitantes viven alejados y siguiendo normas distintas del resto de la civilización. Esta cualidad evoca la atemporalidad, advirtiendo que lo que allí sucede no se relaciona con ninguna cultura en particular sino con la condición humana, que puede desembocar en la búsqueda de dominación más extrema, en cualquier época y lugar.


La ausencia de estancias independientes ofrece al espectador una idea de conjunto, de un espacio único en el que los personajes quedan definidos sólo por lo que dicen y hacen. Apenas está presente la caracterización dada por elementos materiales o ajenos a las propias decisiones de los sujetos protagonistas. La principal es Grace (Nicole Kidman), que llega a Dogville en busca de refugio porque huye de unos gangsters. A la entrada del pueblecito encuentra a Tom, (Paul Bettany) uno de los vecinos que, presidiendo las reuniones comunes, tiene el proyecto de 'reeducar' al resto para que sean más generosos y tolerantes.

Escenario de Dogville
Tom se pregunta si Dogville (sus habitantes) aceptará que Grace se quede. “No tengo nada que ofrecer a cambio”, objeta ella exhibiendo su vulnerabilidad. Los vecinos necesitan juzgarla, por eso deciden 'evaluarla', para comprobar si merece ser aceptada. -“Tienes dos semanas para conseguir que te acepten” -”Lo dices como si se tratara de un juego” - “Sí, lo es. Por salvarte la vida ¿No crees que merece la pena jugar un poco?”, le propone Tom.




Los vecinos establecen que Grace trabaje para ellos, ayudando a cada uno en alguna tarea. Durante esas dos semanas de 'prueba', nadie acepta en principio la ayuda de Grace, dicen no necesitarla. Pero pronto empiezan a tolerar que la desconocida pueda enseñarles algo, serles últil. Uno de los vecinos, Chuck, (Stellan Skarsgard) advierte a Grace sobre la cara oculta de esta aceptación: “He descubierto que las personas son iguales en todas partes, codiciosas como animales. En un pueblo pequeño simplemente tendrán menos éxito, si les ofreces comida comerán hasta reventar”.

El miedo a ser excluida acompaña a Grace durante toda su estancia en Dogville, así que obedece en todo. Pasadas las dos primeras semanas, los vecinos celebran otra reunión en la que deben decidir si la forastera merece quedarse y más tarde, con las visitas policiales en su busca, endurecen las condiciones para que pueda hacerlo. En su relato Memoria del miedo, el periodista y escritor Andrew Graham-Yooll establece que “el terror paraliza, la histeria avergüenza y el miedo humilla. Las dos primeras son incidentales y se desvanecen, mientras que el miedo es un compañero constante”.[2] El temor de Grace “en absoluto imaginario”, como lo define Bauman, “muestra que la realidad se reduce a la exclusión como castigo inevitable y a la lucha por combatirla”.[3]

Encontramos en el razonamiento del sociólogo polaco Zigmunt Bauman (Polonia, 1925) la disertación de la obra de Lars von Trier. La aceptación de Grace por el pueblo “no tiene nada que ver con la justicia”, sino que “cuando el público decide entre abucheos y vítores no responde a ninguna lógica previa”.[4] En Dogville “vemos personas (los vecinos) que tratan de excluir a otras (Grace) para evitar ser excluidas por estas”.[5]

Cuando Grace cree que ha logrado adaptarse y se están viviendo ‘tiempos felices en Dogville’, las autoridades más cercanas llegan a esta población con un nuevo anuncio de búsqueda, que ahora dice que Grace es 'peligrosa'.

Quienes parecía que habían empezado a tratar a la desconocida como a una más, resuelven que ahora tiene que sacrificarse porque está obteniendo algo valioso de ellos (su refugio y 'salvación'), por lo que debe ofrecer algo más a cambio. Chuck empieza a amenazar a Grace con entregarla a la policía si no obedece, abusa sexualmente de ella. De repente todos los vecinos sienten que tienen poder sobre Grace.

En vista de este cambio de estado, Grace decide escapar de allí. Se marcha del pueblo escondida en la camioneta de Ben, (Zeljko Ivanek) quien también la chantajea con el peligro de los policías y abusa de ella. Después la lleva de vuelta a Dogville, donde la esperan todos los vecinos. Le habían tendido una trampa para mantenerla esclava de sus 'necesidades'. En Dogville la autoridad es la de los propios vecinos, no tienen unas leyes que obedecer que no sean las que ellos mismos han considerado adecuadas.


Dogville (2003) 1h 29min
Se dan así las peores consecuencias de los riesgos que asume Grace, por poner a prueba la humanidad, desde el primer momento que entra en Dogville. Se convierte en prisionera del pueblo, le colocan una cadena al cuello atada a un gran peso, lo que llaman 'un mecanismo antifuga'. - “No nos gusta tener que hacerlo, pero tenemos que proteger nuestra comunidad” - “E impedir que difunda sus acusaciones y sus mentiras”. 

Tom, que se ha mostrado como el 'protector' de Grace desde el principio, pero siendo cómplice de todos los abusos cometidos contra ella, revela finalmente que la considera una amenaza para su propio lugar en Dogville. “Puedes violarme como hacen los otros...te estoy preguntando si tienes miedo de ser humano”, le dice Grace, a lo que él responde llamando a los gangsters para entregarla y expulsarla de su comunidad.

El cabecilla de los mafiosos que llegan en busca de Grace es su propio padre, con quien mantiene una conversación final que pone el broche de oro a la historia, revelando todo su significado. Discuten sobre la arrogancia, el perdón y el abuso de poder. Él quiere que su hija sea cómplice de su trabajo. “El poder no es tan malo, seguro que encuentras el modo de sacarle partido a tu manera”. Desde ese momento Grace acepta contar con el respaldo de la poderosa banda de matones de su padre y se sirve de ello para vengarse de Dogville, haciendo desaparecer al pueblo y a todos sus habitantes. “Podría volver a ocurrir si alguien pasara por aquí y pusiera en evidencia su fragilidad”. Matándolos, Grace vence a sus maltratadores.







[1]VOLCO Pasiones políticas y antipolíticas: miedo y esperanza en Spinoza. URL: http://www.saap.org.ar/esp/docs-congresos/congresos-saap/VII/programa/paneles/a/a6/volco.pdf

[2] Memorias del miedo refleja la situación de terror social que se vivió en Argentina durante la década de los setenta. En MARINA, J.A. (2006) Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía. Barcelona: Anagrama. pp: 47-48

[3] BAUMAN, Z. (2010) Miedo líquido: la sociedad contemporánea y sus temores. Barcelona: Paidós p: 31

[4]Idem

[5]Ibidem p: 32

[6]SPINOZA, B. (1997) Tratado teológico-político Edición Altaya pp: 157-158

[7]BAUMAN op.cit pp: 68-69


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