martes, 18 de febrero de 2014

Las autoridades mienten y rozan la ilegalidad en las fronteras

Interior se desentiende de las muertes en la frontera de Ceuta

Este artículo se publicado en El Diario Fénixdigital activo hasta abril de 2017
Algunos subsaharianos alcanzan territorio español, la Guardia
Civil los espera armada, sin socorrerlos. Fuente: eldiario.es

Desde los hechos ocurridos el pasado 6 de febrero en la línea fronteriza que separa Ceuta de Marruecos, las versiones oficiales han ido variando conforme distintas fuentes presentaban pruebas que las contradecían.




Mientras la Guardia Civil, el Ministerio de Interior y la Delegación del Gobierno en Ceuta negaban, hasta hace tres días, que se hubiese empleado material antidisturbios contra los subsaharianos que intentaban llegar a nado a la frontera,  eldiario.es recogió los testimonios de algunos de ellos. Los afectados aseguraron que la Guardia Civil les disparó con pelotas de goma y gases lacrimógenos mientras estaban en el agua: "han disparado mucho, por lo menos durante media hora. Es la primera vez que han disparado así y algunas personas se quedaron inconscientes en el agua"; “han pinchado neumáticos donde algunos se habían montado y nos han rociado con gas lacrimógeno, la gente ha empezado a tener ataques de nervios". Varios afectados que consiguieron llegar, reconocen que empezaron a lanzar piedras contra la Guardia Civil movidos por el sentimiento de impotencia, tras ser testigos de la muerte de algunos de sus compañeros.

Tras la publicación de estas declaraciones, las versiones oficiales han sido contradictorias entre sí. Desde distintas organizaciones y medios de comunicación, se solicitaron imágenes que pudieran aclarar qué versión, la de los afectados o la de las instituciones, era cierta. En un principio,  la Guardia Civil defendió que no existían cámaras en la zona que pudieran dar cuenta de lo sucedido, mientras que la Delegación del Gobierno afirmó que todo el recinto fronterizo está vigilado con cámaras. Finalmente, desde la oficina de información de la Guardia Civil se difundió un video, pero manipulado. En las imágenes autorizadas por el Ministerio de Interior, se muestra la llegada de cerca de 200 subsaharianos a la valla que divide la zona ceutí de la marroquí y, con un salto temporal, cómo algunos de ellos lanzan piedras contra la frontera. Se omite la parte en la que los inmigrantes tratan de llegar a nado entre los ataques con pelotas de goma y gases lacrimógenos que lanza la Guardia Civil.

¿Deportaciones ilegales?

Además, en imágenes grabadas por testigos en la zona, y difundidas el viernes día 7, se muestra cómo algunos inmigrantes logran alcanzar el territorio español y son expulsados, puestos a disposición de las autoridades marroquíes, en lugar de atendidos. Por ello, distintas organizaciones han denunciado deportaciones ilegales y han acusado a las autoridades españolas de violar la Ley de Extranjería. Pero tanto la Guardia Civil como Interior defendieron que los inmigrantes expulsados no habían llegado a España.

El Ministro de Interior, Jorge
Fernández Díaz. Fuente: EFE
Ante tanta contradicción, y tras la reclamación, por parte de varias organizaciones ciudadanas, de responsabilidades políticas, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, compareció en el Congreso el pasado jueves con la intención de “aclarar” los hechos. Pero, lejos de hacerlo, el ministro ha despertado, si cabe, más desconfianza en el Gobierno. Aun conociendo las explicaciones de algunos testigos, el ministro defendió la actuación de la Guardia Civil para “delimitar una barrera disuasoria”. Fernández Díaz aseguró que se disparó “lejos de donde estaban los inmigrantes” y  se excusó continuamente en la “actitud beligerante” de los mismos. Así, el ministro justifica, tras haberlo negado,  el uso de balas de goma y gases lacrimógenos definiéndolo como un intento de frenar las acciones “violentas” de los inmigrantes. Además, admitió el posible incumplimiento de la ley en materia de extranjería en “casos puntuales” de expulsión.

De momento, se ha confirmado la muerte de 15 personas, de las que el ministro pretende desentenderse reiterando que se produjeron en aguas marroquíes y argumentando que las autopsias revelan muertes por ahogamiento. Pero precisamente ahí está el foco de la polémica: si, según los mismos testigos, la guardia civil los atacó directamente mientras intentaban nadar,  ¿pudieron ahogarse a causa de los ataques contra los neumáticos y flotadores improvisados en los que se apoyaban?

Interior y Guardia Civil sin ningún apoyo

Desde organizaciones como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y todas las agrupadas en Migreurop España, se preguntan si las fuerzas de seguridad españolas han incurrido en un delito de omisión de socorro y denuncian que se lleven a cabo deportaciones que pueden estar incumpliendo lo previsto en la Ley de Extranjería, según la cual no se puede expulsar sin más a los extranjeros que lleguen a España, sino que deben “ser conducidos con la mayor brevedad  posible a la correspondiente comisaría para su identificación y tienen derecho a asistencia jurídica y a la asistencia de un intérprete”; la Ley de Asilo y la Directiva europea 2008/115/CE, que recoge que “es legítimo que los Estados miembros hagan retornar a los nacionales de terceros países en situación irregular, siempre y cuando existan sistemas de asilo justos y eficientes que respeten plenamente el principio de no devolución”.  

El director general de la
Guardia Civil, Arsenio
Fernández de Mesa
Los grupos de la oposición en el Congreso, dudaron también de los pretextos en los que el ministro de Interior y la Guardia Civil basan los hechos y acusaron al Gobierno de autorizar “actuaciones ilegales” que incumplen las citadas normas. El portavoz de Izquierda Plural, Ricardo Sixto, pidió expresamente en el Congreso la dimisión del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. Este ha defendido en todo momento la actuación de los agentes, afirmando no haber visto los videos recogidos por las cámaras de la zona fronteriza, e incluso ha llegado a amenazar con presentar “querellas criminales” contra aquellos que han puesto en duda las acciones de la Guardia Civil del pasado día 6.

¿Deben dimitir?

Antes de los trágicos sucesos en la frontera de Ceuta, la fundación PRODEIN difundió un video del pasado 15 de enero, en el que se ve cómo un grupo de más de 50 personas que logran saltar la valla de Melilla, son detenidas y entregadas a las autoridades marroquíes tras haber llegado a territorio español. Tanto este colectivo, como APDHA, SOS Racismo o Andalucía Acoge, han denunciado que este tipo de expulsiones no son algo “puntual” en España, sino una práctica reiterada desde hace años en las vallas de Ceuta y Melilla, y han solicitado la dimisión del ministro de Interior. También desde change.org se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir la dimisión de Fernández Díaz, por su falta de responsabilidad ante las 15 personas fallecidas en Ceuta y la manipulación de la información oficial. Además, las organizaciones de Migreurop España han anunciado que pedirán explicaciones también al Ministerio de Interior de Marruecos, a través de una carta que presentarán en la Embajada.

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