El mystery shopping o
compra misteriosa consiste en que alguien, que no tiene por qué ser un
espía o detective profesional, se haga pasar por cliente de un establecimiento
para poner a prueba la calidad del trabajo de los empleados. Se trata de una vieja
técnica de investigación que en el ámbito de los servicios de cara al público
se viene profesionalizando desde hace décadas. Pero ¿es justo para un
empleado que nadie lo avise de que puede ser puesto a prueba? Hablamos con un mystery
shopper para conocer de cerca en qué consiste este empleo y a qué
contradicciones se enfrenta quien lo ejerce.
Por un lado, puede defenderse
la idoneidad de esta tarea de investigación por parte de las empresas, que de
esta forma muestran interés por la calidad de sus servicios. No obstante, no
deja de ser una técnica de engaño que, dependiendo del grado de exigencia (qué
aspectos tienen que evaluar los clientes misteriosos y hasta qué punto
presionan para poner a prueba a los empleados), puede entrar en conflicto con
los derechos de los trabajadores.
Despedida tras haber sido
vigilada por un mystery shopper
El blog de un bufetede abogados que publica casos de malas prácticas de empresas, denunció en febrero de 2014
el caso de un despido por parte de El Corte Inglés a una trabajadora que fue víctima del criterio de un mystery.
El abogado Manuel Martos
explica en su blog corporativo el despido que sufrió su clienta después de 11
años trabajando para el gigante de la moda.
“Mi clienta es despedida
disciplinariamente sin justificación. Se nos dice en la carta queel
comportamiento, de ella, en relación a un ‘cliente misterioso’ no fue óptimo”,
escribe el jurista.
Martos dice en su post, en
el que defiende que la empleada, antes de ser despedida, debería haber sido en
todo caso expedientada, que los mystery shopper “se deben identificar
perfectamente ya que deben deponer como testigos” (en un caso de demanda por
despido como el de su clienta), porque, de lo contrario, defiende el abogado,
“produce absoluta indefensión”.
¿Es legal la figura del
'cliente misterioso'?
Convencido de la injusticia
del despido de su clienta, este abogado argumenta que la figura del ‘cliente
misterioso’ no existe legalmente y que por ello el despido en cuestión y todos
los que se produzcan por el mismo motivo (un mal informe de un mystery) “deben
reclamarse por improcedentes si no nulos”. La empleada de El Corte Inglés fue
igualmente despedida, la empresa prefirió indemnizarla y no echarse atrás en su
decisión.
Aunque es cierto que los
‘clientes misteriosos’, como tales, no están legalmente reconocidos, la figura
de los detectives privados está reconocida en la Ley de Seguridad Privada, y el reglamento de Seguridad Privada reconoce la existencia legal de los detectives desde 1994.
Un ‘cliente misterioso’ explica cómo es este empleo
Mario (nombre ficticio)
lleva unos meses ejerciendo de mystery de forma eventual.
Cada vez que realiza un
encargo le pagan alrededor de 20 euros por informe, los gastos de kilometraje y
lo que tenga que consumir en el establecimiento que visite.
“No quiero fastidiar a
nadie”, nos cuenta, “bastante dura es ya la vida, pero es cierto que a veces
encuentras a gente que para estar trabajando de cara al público es muy
desagradable, y piensas ‘¿qué hace este aquí con la cantidad de personas que
hay en paro?’, por eso no me parece mal que los jefes quieran asegurarse
de que sus empleados merecen formar parte de su negocio”.
El de mystery shopper es
para Mario un segundo empleo que le permite ganar algo de dinero extra y además
le divierte. “Es casi como un hobby que hago en mi tiempo libre, ir a las tiendas
a ver qué tal me van a tratar me divierte, y hacer los informes me lleva poco
tiempo. Es verdad que a veces me da pena por los empleados que trabajan a
comisión, porque creo falsas esperanzas con un interés falso, me tratan genial
y creen que voy a comprar…eso sí, en estos casos hablo muy bien de ellos. Esa
es la parte buena, que se habla de cómo de bien trabajan los empleados y puedo
ayudar a que alguien que se lo merece conserve su puesto de trabajo”.
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