domingo, 9 de junio de 2013

Administraciones Públicas al servicio de ¿quién?

Oficina ser Servef en Alicante
Imagen de diarioinformación.com

Cuento aquí la experiencia de un ciudadano que acude a buscar los documentos necesarios para poder hacer la declaración de la renta. Dado que este año, a menos de un mes de que finalice el plazo para presentarla, no los ha recibido.


Este ciudadano buscaba el borrador de la renta de su hijo, que por suerte sí está trabajando y no puede permitirse perder toda una mañana. Como la Agencia Tributaria tiene toda la información de los contribuyentes y  es la institución encargada de elaborar ese borrador, acude allí a por él.

Con el DNI del interesado, se dirige a la oficina de Hacienda. Solicita dicho borrador al funcionario encargado de facilitar la información. Sin embargo, este le responde que no pueden dárselo allí. La solución que le da es que entre en la web de la Agencia Tributaria y solicite ese borrador por Internet. Entonces ¿para qué está el allí? Es lo que se pregunta este ciudadano, que se va sin poder solucionar nada.

Con esto, siguiendo las indicaciones que le dan, entra en la web a ver si por esa vía puede obtener el borrador. Pero  se encuentra con una serie de complicaciones que, aun pidiendo ayuda a un compañero, no le permiten realizar la solicitud.

Decide entonces acudir a la oficina del Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación) de su ciudad, a ver si allí le pueden facilitar el documento que su hijo no ha recibido y que necesita para elaborar su declaración. (Es el documento que  contiene los datos de la prestación por desempleo recibida durante 2012).

Al llegar a la oficina coge número y espera a ser atendido. Cuando le explica al funcionario de turno que no ha recibido esa información,  esperando una solución, la respuesta es: “No se preocupe, casi nadie la ha recibido este año”.  El funcionario le explica que ahora,  en lugar de ser la institución de Correos la encargada de hacer llegar a los contribuyentes esa información, se ha encargado la distribución  a una empresa privada y que, posiblemente,  sea por ese  cambio por lo que muchos ciudadanos no cuentan todavía con todos los documentos exigidos.

Ante esta explicación,  al ciudadano le preocupa:
- “¿Dónde están los documentos? ¿Cuándo van a llegar?”
El funcionario: “No se sabe”
C: “Pero eso es información privada”
F: “Sí,  pero no sabemos decirle cuándo va a llegar, ni siquiera si va a llegarle” (encogiéndose de hombros)

Con esto, este ciudadano dice: “De acuerdo,  pero dado que el documento que necesito se genera en esta misma oficina, lo pido”. Pero se encuentra con que, aun llevando el DNI del interesado, que es su hijo, éste le tiene que firmar una autorización  o presentarse. De manera que tiene que pedir cita,  llamando por teléfono,  y volver otro día a ver si entonces puede conseguir el codiciado documento.

Así que este ciudadano, que desde las 9:00 lleva intentando conseguir una  información que, por razones que finalmente no le han quedado claras, no ha recibido como debía, se encuentra en la misma situación a las 11:30 de la mañana. El haber acudido en persona a las distintas Administraciones Públicas, responsables y facultadas para resolver este tipo de problemas, no le ha servido de nada.               
                                                                       
Con esto no pretendo criticar a los distintos funcionarios que únicamente cumplen con los protocolos que dictan sus superiores, directos responsables de este obsoleto funcionamiento.

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