Oficina ser Servef en Alicante Imagen de diarioinformación.com |
Cuento aquí la experiencia
de un ciudadano que acude a buscar los documentos necesarios para poder hacer la declaración de la renta. Dado que este año, a menos de un mes de
que finalice el plazo para presentarla, no los ha recibido.
Este ciudadano buscaba el borrador de la renta de su hijo, que por suerte sí está
trabajando y no puede permitirse perder toda una mañana. Como la
Agencia Tributaria tiene toda la información de los contribuyentes y es la institución encargada de elaborar ese
borrador, acude allí a por él.
Con el DNI del interesado, se dirige a la oficina de Hacienda. Solicita dicho borrador
al funcionario encargado de facilitar la información. Sin embargo, este le
responde que no pueden dárselo allí. La solución que le da es que
entre en la web de la Agencia Tributaria y solicite ese borrador por Internet. Entonces
¿para qué está el allí? Es lo que se pregunta este ciudadano, que
se va sin poder solucionar nada.
Con esto, siguiendo las
indicaciones que le dan, entra en la
web a ver si por esa vía puede obtener el borrador. Pero se encuentra con una serie de complicaciones
que, aun pidiendo ayuda a un compañero, no le permiten realizar la solicitud.
Decide entonces acudir a
la oficina del Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación) de su ciudad,
a ver si allí le pueden facilitar el documento que su hijo no ha recibido y que
necesita para elaborar su declaración. (Es el documento que contiene los datos de la prestación por
desempleo recibida durante 2012).
Al llegar a la oficina coge número y espera a ser atendido. Cuando le explica al funcionario
de turno que no ha recibido esa información, esperando una solución, la respuesta es: “No
se preocupe, casi nadie la ha recibido este año”. El funcionario le explica que ahora, en lugar de ser la institución de Correos la
encargada de hacer llegar a los contribuyentes esa información, se ha encargado
la distribución a una empresa privada y
que, posiblemente, sea por ese cambio por lo que muchos ciudadanos no
cuentan todavía con todos los documentos exigidos.
Ante esta
explicación, al ciudadano le preocupa:
- “¿Dónde están los
documentos? ¿Cuándo van a llegar?”
El funcionario: “No se
sabe”
C: “Pero eso es
información privada”
F: “Sí, pero no sabemos decirle cuándo va a llegar, ni
siquiera si va a llegarle” (encogiéndose de hombros)
Con esto, este ciudadano
dice: “De acuerdo, pero dado que el
documento que necesito se genera en esta misma oficina, lo pido”. Pero se
encuentra con que, aun llevando el DNI del interesado, que es su hijo, éste le
tiene que firmar una autorización o
presentarse. De manera que tiene que pedir cita, llamando por teléfono, y volver otro día a ver si entonces puede
conseguir el codiciado documento.
Con esto no pretendo criticar a
los distintos funcionarios que únicamente cumplen con los protocolos que dictan
sus superiores, directos responsables de este obsoleto funcionamiento.
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