lunes, 27 de mayo de 2013

Sin políticas públicas para la comunicación y la cultura



Nuevas formas de relacionarnos y nuevos modelos de mercado que cambian las necesidades públicas, nuestras necesidades. Y con ellas cambian también las políticas culturales pero, ¿por nuestro bien?






Respecto al problema que supone la falta de una regulación adecuada en Internet, es necesario recordar la crisis a la que se enfrentan las empresas periodísticas.  La regulación vigente no se adapta al conflicto que plantea la comunicación en la red, tanto por la falta de igualdad en el acceso como por la idea, que tanto está perjudicando a los periódicos, de que la información es gratis porque está en Internet. Esto es un problema porque los autores deben ser remunerados, en lugar de contribuir al enriquecimiento del monopolio de las telecomunicaciones.

El negocio de la información se está trasladando a la red, a pesar de que por la aceleración del cambio, debida al fugaz desarrollo tecnológico, no todos los ciudadanos aspiran aún a informarse en Internet. Los medios se enfrentan a un nuevo entorno, en el que conviven con el “periodismo ciudadano”, y que trae consigo “la necesidad de reconfigurar la industria periodística y el ejercicio del periodismo como profesión”. (Noguera, 2012, págs. 93-94)

Un ejemplo de la crisis de la prensa es el cierre del periódico impreso El Día de Cuenca, su Director, Javier Semprun, participó en una conferencia sobre periodismo local,  celebrada en la Facultad de Periodismo de la UCLM, en la que lamentaba que el “periodismo ciudadano” compita con el profesional de cara al público en Internet,  porque no tiene las mismas responsabilidades legales. Además se mostró decepcionado por el hecho de que los ciudadanos no estuvieran ya dispuestos a comprar el periódico impreso (Cuenca se ha quedado sin diarios en papel) a pesar de que lo echan de menos en el bar.

Para que no se pierdan las identidades culturales, es importante el apoyo a los medios locales, no dejar que queden absorbidos por los grandes grupos de comunicación. Quizá los departamentos de cultura de cada Comunidad Autónoma deberían asumir la responsabilidad de ayudar a la prensa local.

Otro asunto que creo interesante es la ley de Mecenazgo que propone el Gobierno actual. La ex Decana de la Facultad de Bellas Artes de la UCLM Ana Navarrete señala que “en un país donde no ha habido unas políticas culturales, -en ninguno de los gobiernos de la democracia- de potenciar la producción cultural española, resulta ridículo hacer una ley de mecenazgo”. Además, asegura que en España ya existe una ley de mecenazgo,  por el hecho de que si vas, por ejemplo, al Museo Reina Sofía puedes ver que “hay empresas que están en el comité del Museo, son empresas que ponen el dinero pero también, y sobre todo, opinan”, interfiriendo en decisiones que dejan de ser culturales para convertirse en asuntos políticos y mercantiles.

De modo que “hacer una ley de mecenazgo cuyo único fundamento es  que la empresa privada apoye económicamente la producción cultural es absurdo y estúpido, porque eso ya existe en este país”. Navarrete considera que uno de los mayores problemas es la falta de políticas proactivas y por supuesto la subida del IVA del 8% al 21%, que pone frenos al desarrollo del sector. Las políticas culturales se han preocupado por asegurar un marco privado con intereses económicos y lobbys muy importantes de los sectores culturales, que serían las galerías, los museos gráficos o las instituciones contemporáneas de arte. Pero no se apoya realmente a la producción propia de cada territorio ni a la promoción de los creadores.

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