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En el programa de La Sexta todos los restaurantes que visita Chicote tienen algo en común
En octubre de 2012 La Sexta incorporó a su programación Pesadilla en la cocina, un
programa donde vemos cómo el presentador, el cocinero Alberto Chicote, visita
restaurantes españoles para mejorar su funcionamiento. Chicote se ocupa de
corregir e innovar el ambiente de los locales y las recetas que se ofrecen a
los clientes, así como de procurar una buena organización entre los empleados. La idea de un programa de estas características viene de Gran Bretaña, donde desde 2004 se emite el original Kitchen Nightmares del chef Ramsay.
En
el programa de La Sexta, todos los restaurantes que visita Chicote tienen algo en
común: No existe una buena relación entre los trabajadores y los propietarios tienen problemas para organizar las tareas en el restaurante. Además, las cocinas suelen pecar de falta de limpieza y se
presentan muchos casos de mala conservación de los alimentos. Se trata de un Reality pero, ¿cuál es el beneficio para
sus protagonistas? Que los
establecimientos se den a conocer a través del programa es una forma de
publicidad, pero como estrategia de comunicación para mejorar la imagen no
parece estar resultando una buena opción.
Si los propietarios
pretenden atraer clientes para restablecer el buen funcionamiento de su
negocio, dudo que esta aparición ante el público sea una buena fórmula. Al ver el programa, desde el principio me
llamó la atención lo descuidadas que están las cocinas y el carácter, por la
poca disposición, de los trabajadores de los restaurantes. Cuesta creer que
estos elijan mostrarse al público sin cuidar mínimamente la higiene de sus
locales. Cada vez que he visto el programa o que lo he comentado con familiares
y amigos, todos coinciden en que no irían a comer al restaurante en cuestión.
Lo cierto es que no dan ganas de consumir
en un sitio donde has visto que la cocina está sucia y donde se ve cómo los
clientes a menudo quedan insatisfechos con la comida que les sirven.
Según El Confidendial Digital dos restaurantes han cerrado tras aparecer en el programa de Chicote. El propietario de uno de ellos se
quejó de que el equipo de Pesadilla en la
cocina le pidió que no limpiara su restaurante en los días previos a la
grabación del programa. En cambió, el hijo de este mismo propietario dijo
después que eso no era cierto y Chicote aseguró, en el programa de Antena3 Espejo Público, que “por muy
sorprendente que parezca las cosas son así, y yo entro por primera vez tal y
como lo ves”. Sobre esta cuestión de la posible preparación del escenario habló también Chicote en una entrevista para la Cadena Ser y
dijo que, aunque le encantaría poder decir lo contrario, las condiciones que se
encuentra en los restaurantes no han sido manipuladas.
Siendo o no así, los restaurantes que recurren a Pesadilla en la cocina están proyectando una imagen pública que parece poco favorable para sus negocios. ¿Es entonces Pesadilla en la cocina una mala publicidad para la hostelería? Y me queda la duda, ¿Es objetivo del programa denunciar las prácticas insalubres de algunos restaurantes?
Siendo o no así, los restaurantes que recurren a Pesadilla en la cocina están proyectando una imagen pública que parece poco favorable para sus negocios. ¿Es entonces Pesadilla en la cocina una mala publicidad para la hostelería? Y me queda la duda, ¿Es objetivo del programa denunciar las prácticas insalubres de algunos restaurantes?
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