Este artículo se publicó en El Diario Fénix, digital activo hasta abril de 2017
Manifestación por la educación, el 24 de octubre de 2013 en Cuenca |
El pasado jueves día 24, estudiantes
universitarios en distintas ciudades se unieron a la huelga general por la
educación, para protestar por los recortes aplicados, las nuevas condiciones
para optar a una beca y la permisividad de contratos precarios para los jóvenes
que empiezan a trabajar. En Cuenca, está en marcha el MEUC (Movimiento
Estudiantil Universitario de Cuenca), que se preocupa por estar al día en la
legislación sobre educación, para poder informar al resto de estudiantes.
Ángel Marzal, estudiante de Periodismo a punto de graduarse, acudió a la asamblea de creación del MEUC a principios del curso pasado y, después de un año comprometido con este movimiento, considera que “lo importante es tener claros los motivos de por qué nos estamos manifestando y por qué tiene sentido hacerlo”. Como estudiante de último curso, este chico de 21 años ve “bastante negro” su futuro como periodista fuera de la universidad. “Todo lo que está haciendo el Gobierno es contrario a ayudar a los jóvenes, y por eso vemos todos los días cómo hay una hemorragia de cerebros en España brutal”. Ángel está convencido de que, si hay tanta gente que opta por marcharse al extranjero a buscar trabajo, es porque no les queda otra, “se van desesperados, no creo que nadie quiera irse de su casa, de su país y de su entorno”.
Sobre este asunto, uno de
los mayores problemas está en que las empresas tienen la libertad de hacer contratos
que les permiten abusar del tiempo de sus trabajadores, pues aprovechan la
situación de que no hay una legislación que los proteja.
La realidad es que son
muchos los jóvenes españoles, recién licenciados o graduados, que optan por
marcharse al extranjero a buscar trabajo. España ha pasado de ser un país
receptor de inmigrantes que buscaban cierta calidad de vida, a ser un país de
emigrantes que huyen de la esclavitud a la que se ven sometidos trabajando
aquí.
Los sectores de ADE y Telecomunicaciones ofrecen más salidas profesionales, pero ¿Mejores?
Según el IV informe de
Adecco Professional, sobre qué carreras son las que ofrecen más salidas
profesionales, en 2013 Administración y Dirección de Empresas se sitúa como la titulación más demandada.
Eva Mañez, de 24 años, se licenció en ADE el pasado mes de julio y asegura que
se siente afortunada porque lleva 4 meses trabajando en la asesoría donde
empezó haciendo las prácticas: “el sueldo es poco, pero es lo que hay, los
contratos de prácticas son así y además ahora estoy a media jornada”. Eva
empezó con un contrato de obra de dos meses de duración y ahora tiene un
contrato en prácticas para seis meses.
El citado informe de
Adecco dice que “en los últimos años se ha pasado de percibir la formación como
una mera herramienta de adquisición de conocimientos, a contemplarla como una
actividad enfocada a mejorar las opciones de inserción laboral”. Indica también
que otro de los sectores con más salida profesional son las ingenierías
informáticas y de telecomunicaciones. Pero la verdad es que, en este sentido,
el panorama real se presenta bastante crudo.
Pablo Fresneda, antes de
obtener la titulación de ingeniero de Telecomunicaciones, en 2012, había estado
trabajando como técnico de sonido en teatros y orquestas, y nos cuenta que decidió
dejar de trabajar “para que de alguna manera, con la ingeniería, se me abrieran
las puerta a mejores condiciones laborales”. Pero, desde su experiencia, Pablo
dice no sentirse muy optimista ante la situación actual: “en los últimos años
de carrera he visto cómo las oportunidades han ido desapareciendo, al menos en
mi entorno, hay muy poquitos que hayan encontrado trabajos que compensen el
esfuerzo que implica acabar la ingeniería”. Una de las ofertas de trabajo que
este joven ha encontrado recientemente, consiste en echar diez horas al día, de
lunes a sábado, en un estudio de Madrid por 400 euros al mes. Y en otra se
buscaba un informático “recién titulado con cinco años de experiencia”, un
curriculum difícil de conseguir.
Siguiendo en el sector de
las Telecomunicaciones, hablamos con otro ingeniero, César Redondo. En 2012
acabó su carrera y no pensó dos veces el marcharse a Inglaterra a buscar
trabajo, se fue a Basingstoke, un pueblo cercano a Londres. Llegó allí sin nada
y tardó en encontrar trabajo, como ingeniero de sonido, un mes. César se quedó
trabajado allí casi un año, en una compañía de teatro, y el pasado mes de
agosto regresó a España y puso en marcha su propio proyecto, “es una pequeña
empresa de diseño audiovisual que he decidido montar con un amigo, y de momento
tenemos mucho trabajo”.
José Miguel Torres está
ahora en la misma situación en la que se encontraba César hace un par de años,
preparando su proyecto de fin de carrera, y por la experiencia que ve a su alrededor,
cree que hay más oportunidades fuera de España. Uno de sus compañeros de Teleco
se fue hace tres años a Dinamarca con una beca Erasmus, allí estableció
contactos y se ha quedado a trabajar en una empresa de Telecomunicaciones. Otro
de sus colegas, que se acaba de graduar, ha optado por marcharse a Austria.
“Los contratos en el resto de Europa son mejores, pero también está la barrera
del idioma”, dice José Miguel, que no duda que preferiría quedarse a trabajar
en España, “me daría igual estar en Burgos que en Jerez y aunque de momento me
planteo el irme, si lo hago, seguiré pensando en el momento de volver”.
Unos optan por emigrar,
otros por movilizarse para presionar a quienes podrían ayudarnos y otros, como
César, prefieren tomar la iniciativa para hacerse un hueco en España, cerca de
su gente. Él considera que “lo que te diferencia es la capacidad para moverte
mucho y estar dispuesto a arriesgar”.
El problema de todos los
españoles, jóvenes o no, es que mientras estemos aquí nos estamos sometiendo al
pago de la deuda. Europa dice que hay que pagar y el Gobierno toma las medidas
para que entre todos paguemos lo que ellos decidieron gastar.
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