Este artículo se publicó en El Diario Fénix, digital activo hasta abril de 2017
“Sí, algunas cosas son más caras pero compro allí
porque hay más productos locales”. Es la respuesta de un irlandés que no duda
de la importancia de consumir alimentos que han sido producidos en su país y a
ser posible en su misma región.
No es el único, todas las personas irlandesas con
las que he podido hablar sobre este asunto
coinciden en lo mismo y afirman rotundamente, “por supuesto que esta carne
–o esta leche- es de aquí, local”. Es lo primero que me llamó la atención al
llegar a este país, haber hecho algunas compras y hablado con nativos. En los
supermercados es imposible no fijarse en los carteles que anuncian: “Our local
producers” o “Supporting 30.000 Irish Jobs”… al menos para mí, que vengo de ver
la desmesurada importación de alimentos y la aceptación irresponsable por parte
de los consumidores, lo que está arruinando el sector agroalimentario en
España. Para los vecinos de aquí -Youghal o Bandon, en Co. Cork- eso es
inconcebible, “es de tontos”. Si tienen que ir a un supermercado prefieren SuperValu que, por el compromiso que
mantiene con la compra y venta de alimentos locales, es considerado el que más
apoya a los productores irlandeses.
¿Quién apoya a los
productores cercanos?
En España, el supermercado que sigue una política
similar es el vasco EROSKI. A través
de convenios con los gobiernos de distintas regiones –como el País Vasco,
Navarra o Málaga- esta cadena procura dar salida a los alimentos locales y con
ello trabajo a sus productores. Sin embargo no parece que los españoles seamos
tan inteligentes como los irlandeses a la hora de hacer la compra, pues un
supermercado que el año pasado, en plena recesión económica, siguió expandiéndose
y aumentando beneficios es Mercadona,
y no precisamente por apoyar a productores cercanos.
En 2013, la que en algunos medios ha aparecido hace
pocos meses como “cadena española reina de los supermercados” abrió 61 tiendas
más y no ha dejado de aumentar sus beneficios en 2014. ¿A costa de…? De
importar alimentos para venderlos a precios más bajos con la marca Hacendado. Con ello ha ido eliminando de
sus estanterías productos made in Spain y ha perjudicado a productores internos
que no pueden competir con los precios que esta cadena busca, y encuentra en la
importación, para llevar a cabo su desleal competencia. Importa, por ejemplo,
chufa, leche, aceite de oliva o naranjas. Y su presidente, Juan Roig, se atreve
a hablar de la “difícil” situación económica de España y de las complicaciones
para mejorarla.
Ahorrar unos céntimos a costa
de la importación sale caro
Cabe recordar el error que para la economía de un
país supone el hecho de que las compañías importen alimentos con el único objetivo
de lograr mayor competitividad de precios. De un informe presentado por la
Asociación Amigos de la Tierra en abril de 2012, titulado Alimentos Kilométricos, resalta que el 87% de los garbanzos
consumidos en España vienen de fuera. En la Unión Europea, España se sitúa
entre uno de los primeros países importadores de legumbres y el cultivo interno
se ha ido reduciendo en los últimos 15 años hasta el punto de que la
importación se presenta como algo necesario para satisfacer la demanda. En
2011, el presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Lenteja
Pardina, José Ramón García, advertía que el
80% de las lentejas consumidas en España procedían de EEUU.
Lo mismo sucede con la leche y sus derivados, la
compra a productores extranjeros ha ido
generando una caída de la producción nacional que ha desembocado en una
dependencia del exterior. Se importan vegetales, legumbres y frutas al tiempo
que se exportan las de sello nacional, que son de gran calidad. Con ello las
empresas logran mayor rentabilidad, pagando menos por la obtención o envasado
de los alimentos y vendiendo a precios más bajos que los productores cercanos.
Pero la grave consecuencia es que se pierde la producción propia y con ello
cientos de miles de puestos de trabajo.
Comparando las cifras de importación y exportación,
según datos del INE de 2012, España importa más pescado, productos lácteos,
huevos, miel, café, té, especias y cereales. Y exporta más carne, legumbres,
hortalizas y frutas de las que compra al exterior. En 2013, según la Federación
Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas,
Flores y Plantas vivas (FEPEX), la importación de hortalizas creció en un 3% y
la de frutas en un 4%.
La campaña de consumo de
alimentos españoles debe ser constante
Este verano el Gobierno puso en marcha campañas para
alentar al consumo de hortalizas y frutas españolas, pero lo hizo a partir del
anuncio del veto ruso, con el que se prohibían las importaciones de alimentos
producidos en la Unión Europea, así como de los procedentes de EEUU, Canadá y
Noruega. Y lo cierto es que la campaña para concienciar a los españoles debería ser
constante y sin otro aliciente que el de potenciar el consumo responsable e
inteligente.
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