Entrevista con Francisco J. Saavedra, periodista especializado en Oriente Medio
Turquía se ha quedado sin
apoyos para cumplir sus planes en Siria. ¿Qué se puede esperar ahora del Gobierno
turco? El periodista y analista especializado en Oriente Medio Francisco José Saavedra explica los
planes del dirigente turco en Siria, cómo se ha ido quedando sin apoyos para
llevarlos a cabo y las dificultades actuales de su propio Gobierno.
Turquía se encuentra en una posición “muy delicada” influida además por su
situación interna.
Saavedra está convencido de que el Gobierno turco teme que gane el ‘No’ en el referéndum constitucional que se celebrará el próximo 16 de abril. “Si tuviera más o menos garantías de que va a ganar, no haría estas cosas”, declara refiriéndose a los encarcelamientos de ciudadanos turcos que están en contra del referéndum y a la dura campaña que acusa de terroristas a quienes no apoyan el cambio a un sistema presidencialista. Turquía se enfrenta además a una situación económica debilitada que venía arrastrando y que se agrava con la caída de la Lira.
![]() |
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a la izquierda el lider del DAESH, Abu Bakr al Bagdadi |
Saavedra está convencido de que el Gobierno turco teme que gane el ‘No’ en el referéndum constitucional que se celebrará el próximo 16 de abril. “Si tuviera más o menos garantías de que va a ganar, no haría estas cosas”, declara refiriéndose a los encarcelamientos de ciudadanos turcos que están en contra del referéndum y a la dura campaña que acusa de terroristas a quienes no apoyan el cambio a un sistema presidencialista. Turquía se enfrenta además a una situación económica debilitada que venía arrastrando y que se agrava con la caída de la Lira.
En el plano interno, “el
intento de golpe de Estado, o autogolpe, del pasado año debilitó mucho a Erdogan.
Con todas las purgas que ha hecho, ha creado un gran malestar general”, afirma
Saavedra.
El plan inicial de Erdogan
era el control del norte de Siria, “quedándose con Aleppo, donde le salió mal la operación”, y ahora
apuesta por la creación de un “segundo califato” en Idlib, explica el experto. Este plan de controlar el norte
de Siria tiene pocas posibilidades según el análisis de Saavedra, porque “ya
están entrando un montón de tropas sirias para iniciar una ofensiva
importante”.
La ‘opción B’ de Erdogan
para contar con una zona de control suní que refuerce su poder en la región
“aunque tampoco lo va a conseguir”, considera Saavedra, es la de inducir la
creación de “una especie de ‘sunistán’, es decir una nación suní que
comprendería todo el este de Siria y el oeste de Iraq, y la capital sería Deir
al Zur y, si pudieran mantenerla, Raqqa”.
Según el experto
analista, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Erdogan se ha
encontrado con un EE.UU. que ha acabado dándole la espalda. “Lo que intenta
hacer en Siria se lo han negado tanto sirios como rusos y americanos”.
Para llevar a cabo su
plan, las fuerzas turcas se están encontrando con la resistencia de las
Fuerzas Democráticas Sirias (SDF por sus siglas en inglés), que
cuentan con un potente apoyo internacional. En Raqqa, las SDF combaten guiadas
por las YPG, que cuentan con el respaldo estadounidense y son consideradas
terroristas por Turquía, que las asocia con el Partido de los Trabajadores del
Kurdistán (PKK).
Pero aunque Turquía
combate duramente a los aliados del PKK, Saavedra señala que las SDF se
crearon, además de como unidad militar de la operación 'Euphrates Rage' para liberar Raqqa del DAESH, “para contentar
un poco a Erdogan”. Integrando en el batallón a fuerzas chiís, sunís,
cristianas y yazidís, se hizo ver a Erdogan que no se trataba de fuerzas
exclusivamente kurdas. Además, para que el dirigente turco estuviera conforme
con el apoyo exterior a las SDF y no obstaculizara sus movimientos en la
frontera turco-siria, “las brigadas que entraban a las ciudades y zonas que
iban tomando no eran las kurdas, estaba bastante bien organizado”, explica
Saavedra.
A la ofensiva de las SDF
por el norte de Raqqa, se suma por el sur el Ejército iraquí, que cuenta con la autorización de Siria. “Erdogan sigue allí pero ya no
tiene ni la confianza de EE.UU. ni su protección”, asegura Saveedra, que en
cuanto al Gobierno ruso observa que ve a Erdogan “como alguien con quien
aliarse de momento pero sin fiarse mucho de él”.
Intentando evitar que las
tropas turcas tomen posiciones para atacar a las YPG, a principios de este mes
Rusia llegó a un acuerdo con el Consejo Militar de Manbij, parte de las
SDF, por el que estas permitían a las tropas de Assad tomar el control de gran
parte del territorio kurdo comprendido entre Al Bab y Manbij y ya liberado del
DAESH. En torno a Manbij se han aliado las fuerzas sirias, norteamericanas
y rusas. Los actores internacionales que en su día evitaron que sus intereses
en Siria entraran en conflicto con los del Gobierno turco, se unen ahora para
frenar las pretensiones del líder islamista.
Además, “Erdogan tiene una
debilidad muy grande”, apunta el analista, “porque le está dando la espalda la
OTAN, incluso hay conversaciones entre países europeos que se plantean expulsar
de la OTAN a Turquía, y EE.UU. tampoco lo ve con buenos ojos, solo le quedaría
Rusia. Pero Rusia el día que vea que no le quedan aliados para darle su apoyo
le va a pedir una serie de compensaciones brutales”.
Saavedra asegura que Turquía
no se conforma con expulsar a los kurdos de su frontera, “lo que quiere es
que desaparezcan”. “La parte sureste de Turquía es zona kurda, y lo que quieren
es quedarse con la zona norte de Siria y que desaparezcan los kurdos, pero no
pueden con el cantón de Afrin (al noroeste de Siria, a 30 km de la
línea fronteriza) y tampoco con el de Kobane (pegado a la frontera
turco-siria). Sus deseos no se van a cumplir porque los kurdos en la zona norte
están apoyados ya por EE.UU. y Rusia, y además han llegado a un acuerdo con el
Ejército sirio para unir los cantones, ya tienen carreteras y pasos seguros
para mandar tropas de unas zonas a otras”, explica.
“Turquía seguirá teniendo
al DAESH de aliado”
Hace poco más de un año,
en esta entrevista el coronel Pedro Baños ilustraba
dando un ejemplo el papel determinante de Turquía en la consolidación del DAESH
en Siria:
“Las milicias chiítas
proiraníes secuestraron a 18 trabajadores turcos en Bagdad (…) Lo que
pretendían con ese secuestro era presionar a Turquía para que dejara de apoyar
al ‘Estado Islámico’ precisamente en Siria. No es que lo diga yo, es que ese
conjunto de datos objetivos indica que Turquía tiene intereses en la zona.
¿Cómo no los va a tener? Si tiene un vecino, Al Assad, con el que ha estado
históricamente enfrentado, unos kurdos con quienes han estado mucho más
enfrentados, no solo por cuestiones económicas, sino también por cuestiones
ideológicas. Y, como todos los países en la zona, está apoyando directa o
indirectamente, de una manera más o menos opaca, a los distintos actores que
están causando este desastre humanitario”, dijo el experto en la citada
entrevista de enero de 2016.
El mayor interés de la
colaboración turca con el DAESH estaba en que los yihadistas “limpiaran esa
zona de kurdos”, afirma Saavedra.
“Los terroristas del DAESH
han estado colaborando con Erdogan y él ha estado colaborando con ellos. Los ha
tenido en la frontera, con toda la zona que ocupaban del norte de Siria,
durante cuatro años. Hasta que no vio que los kurdos iban a unir los cantones
no reaccionó”. Saavedra asegura que durante esos cuatro años el DAESH ha estado
vendiendo petróleo a Turquía, y sus combatientes, protegidos por la
Inteligencia turca (MIT), yendo a hospitales turcos para ser atendidos. “En fin, una
colaboración mutua y constante”.
En diciembre de 2015, el
ministerio de Defensa ruso expuso en una conferencia de prensa que la principal
fuente de financiación del DAESH era la venta ilegal de petróleo, posible
gracias a la colaboración del Gobierno turco. Rusia presentó las pruebas de cómo Turquía era responsable de
la exportación del petróleo robado por el DAESH en Iraq y
en Siria, y cómo la familia de Erdogan estaba metida en empresas que
recibían el crudo robado.
Saavedra no duda de que
Turquía va a seguir teniendo a los yihadistas de aliados, aunque ya no tengan
acceso a suelo turco “porque lo ha cortado el Ejército sirio y los kurdos, y no
pueden ya mandarles materiales ni meter petróleo del DAESH”.
A Erdogan le interesa una
Siria estable, pero gobernada por facciones que le sean favorables, es decir,
contrarias a la influencia chií.
“No puedes creer lo que
diga este hombre, porque son continuas salidas de tiesto”
Hace dos semanas, los
presidentes turco y ruso se reunieron en Moscú y anunciaron un acuerdo para
respetar la integridad territorial de Siria. “Es una condición
indispensable para el arreglo de la crisis siria", dijo el líder ruso,
Vladimir Putin, en la rueda de prensa posterior al encuentro. Erdogan se
comprometió a actuar conjuntamente también con Irán, y Putin aseguró que la
coordinación entre los tres países para avanzar hacia el final del conflicto se
está estrechando y volviéndose más eficaz: "Es algo que por lo visto nadie
se esperaba, pero a nivel militar y de servicios secretos se está
estableciendo un contacto estrecho y muy eficaz", señaló el
presidente ruso.
Saavedra asegura que las
promesas de Erdogan en este sentido “no tienen ningún valor”, sino que “está
intentando apagar un montón de fuegos y salir de un montón de laberintos en los
que él mismo se ha metido. Por ejemplo, no puede garantizar nada en el norte de
Siria porque ya las Naciones Unidas le han dicho que se tiene que marchar, y el
Ejército sirio y el Gobierno también. Pero no va a querer marcharse porque
tiene un mini protectorado en la zona de Yarabulus, en la frontera”.
No obstante, observa el
analista, “conforme pasa el tiempo todo va beneficiando a Assad, hace seis meses
te diría que (el presidente sirio) podría negociar para quedarse con una parte
de Siria y ceder el resto a algunas organizaciones, incluso países. Pero ahora
el norte lo tiene prácticamente controlado, además la ONU está presionando
para que los turcomanos se marchen”, destaca Saavedra.
El experto repasa las zonas
donde el Ejército sirio mantiene abiertas ofensivas para expulsar a los
yihadistas.
“En la zona sur
prácticamente está limpiando todo, en la zona de Damasco le quedaría Goutha,
que es una bolsa bastante grande pero están en las últimas”, explica. Entre
Hama y Homs, la zona de ocupación yihadista más cercana al puerto de Tartus,
“hay un acuerdo de alto el fuego y se puede decir que en cualquier momento
estará en color rojo”, bajo control de las fuerzas gubernamentales.
“Muchas de las posiciones
que tiene el Ejército sirio las mantiene defensivamente porque no tiene más
efectivos”
En el sur del país, en la
frontera con Jordania y los Altos del Golán, está la zona de Daraa, que está
siendo ocupada por combatientes del DAESH que han huido del norte y oeste de
Siria. Saavedra estima que “el día que puedan enviar más fuerzas”, los efectivos
sirios retomarán también esta región. “Porque muchas de las posiciones que
tiene el Ejército sirio las mantiene defensivamente porque no tiene más
efectivos. Como en Deir al Zur, no avanzan porque están aguantando como pueden.
Pero en Ghutah por ejemplo hay unos 10.000 soldados, el día que liberen esa
bolsa los pueden mandar a Palmira o a Deir al Zur”.
Al este de Aleppo está la ciudad de Deir Haffer, otro importante núcleo yihadista que este mismo jueves ha sido tomado por el Ejército sirio. Aunque ha tenido que detener la ofensiva ante una nueva incursión yihadista al norte de Hama.
Al este de Aleppo está la ciudad de Deir Haffer, otro importante núcleo yihadista que este mismo jueves ha sido tomado por el Ejército sirio. Aunque ha tenido que detener la ofensiva ante una nueva incursión yihadista al norte de Hama.
#DeirHafer encircled by #SAA Tiger forces— Islamic World News (@A7_Mirza) 22 de marzo de 2017
Cleansing of DeirHafer will begin soon#Aleppo #حلب #ديرحافر pic.twitter.com/rDSLPcdkdm
Según este análisis, y a
pesar del interés de Israel en mantener la “cuña del DAESH” en Daraa para
contener la influencia de Irán en la región, Assad está ahora en condiciones de
negociar la integridad completa de Siria. En una reciente entrevista con
medios rusos, Assad ha defendido que proteger la integridad territorial es
su derecho y su deber.
La presión de la ONU para
que Israel devuelva el territorio de los Altos del Golán a Siria, y la
presencia de Irán y la milicia libanesa Hezbolá tomando cada vez más fuerza en
el conflicto Sirio, son problemas para Israel, advierte Saavedra, que aun así no
contempla el descontento de Israel como el mayor impedimento para pacificar
Siria.
Hace una semana, El
Ejército sirio confirmó que aviones israelíes irrumpieron en el espacio aéreo para
atacar un objetivo militar cerca de la ciudad de Palmira, donde las fuerzas
sirias tratan de expulsar a los yihadistas del DAESH que quedan en la zona. Las fuerzas sirias aseguraron
haber derribado un avión militar de Israel.
El ministro de Defensa
israelí, Avigdor Lieberman, respondió amenazando con destruir las defensas
antiaéreas de Siria si volvían a disparar contra los aviones israelíes.
Desde el comienzo del
conflicto sirio, Israel ha atacado en distintas ocasiones al Ejército de Assad,
el pasado febrero atacó con bombardeos aéreos posiciones del Ejército sirio y Hezbolá cerca de
la frontera con Líbano.
Considerando el encuentro
de fuerzas con distintos intereses en Siria, la analista
internacional Conchetta Dellavernia afirmaba hace unos
días que, de ir a más los enfrentamientos, "Irán va a intervenir, y
de ser así el conflicto va a ser importante". Es Rusia el actor que
está mediando para contener el conflicto, en esto coinciden los expertos.
El presidente sirio fue
preguntado en la citada entrevista con medios rusos esta semana por
la ayuda de la diplomacia rusa para prevenir el conflicto con Israel. Assad
afirmó que “Rusia puede desempeñar al respecto un papel importante” y recordó
que el ministerio de Exteriores ruso ha invitado al embajador israelí para
discutir “la violación israelí de la soberanía siria”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario